+ Tickets falsos, compra de diesel de contrabando, mordidas, pericos y amores repentinos para sobrevivir
Daniela Rea Gómez
Diciembre 2001
Son las cinco de la tarde y el almacén está cerrando, no alcanzó el tiempo para la descarga del trailer, tiene 48 horas sin dormir y una semana sin ver a la familia. No hay de otra, suelta el tostón para ahorrarse un día de espera.
La vida en el camino no es fácil pero siempre se encuentra una manera de hacerla. Contra la soledad y el miedo, los asaltos y pistolas que no perdonan, las mordidas de los "feos" (federales) y la mala paga, los traileros han encontrado "a pie de carretera" los remedios para sobrevivir detrás del volante.
Desde la adquisición de tickets falsos de casetas de cuota hasta los amores comprados, el camino ofrece a sus habitantes formas para sobrevivirlo.
La prisa por llegar.-
Barraza. El vivo retrato de Güicho Domínguez, sólo cambian tres cosas: el color de la piel y ojos y por supuesto la fortuna…Bajo el lema de "el que no quepa que se salga", en su trailer rebasa los cochecitos, esos, los inconcientes que retrasan con su calma el feliz retorno del Distrito Federal a Coatzacoalcos.
Todo marcha sin novedad en la carretera de dos carriles, lo descargaron y con suerte mañana estará de la mano de su segunda esposa e hija en el malecón, al menos ese es su deseo.
Pero los días sin dormir no son en vano, el cuerpo automatizado no da para más y el cansancio hace presencia como lo más temido.
Barraza toma un morralito escondido en la palanca de velocidades "me lo hizo mi mujer como escondite" y saca de él dos cápsulas, dos pericos, uno no porque da sueño, dos es la "dosis" para "arreglarse", para reanimarse.
"Desde por 8 pesos se pueden conseguir en casi cualquier restaurante o parador de traileros y los venden sin bronca y los consumimos sin prejuicio porque no es como dicen, una droga, es nomás para aguantar, para animarnos porque estar nomás con uno mismo, está cabrón. Tenemos que prevenirnos de la locura".
Originario de Piedras Negras, Coahuila, Barraza llegó a vivir a Coatzacoalcos donde tiene 7 años trabajando para la empresa Carzen aunque toda su vida ha sido trailero y ama el oficio, los últimos meses ha pensado seriamente en dejar el volante porque la vida ya no la lleva solo.
Este es su segundo matrimonio, el primero lo perdió de vista conforme pisaba el acelerador y atrás, en el camino, quedaron también sus otros hijos.
"Yo le compré un nombre a una sociedad inútil y fue lo único que le dejé a mi familia, 37 millones de los viejos pesos gasté en ganarme el respeto de la gente para que reconocieran a mis hijos y qué me quedó? Una se volvió prostituta y el otro drogadicto".
Tickets falsos.-
El trayecto de México a Veracruz Puerto, donde tiene que cargar nuevamente, es de 432 kilómetros por la autopista federal, 6 horas en tiempo con 7 casetas de cuota, el costo del boleto para el camión de 6 ejes que conduce es de 350 pesos en promedio lo que representa 2450 pesos en tickets; por la libre, 471 kilómetros y 8 horas de recorrido.
En este recorrido hay 5 lugares donde expiden tickets falsificados de las casetas de cuota: no importa el día ni la hora ni el lugar, por 20 pesos se obtienen boletos para la justificación de gastos.
"Con esto nos ahorramos un 90% del costo de las casetas de cuota y el dinero se queda para nosotros, tenemos que buscarle para llevar más a la casa, aunque a veces es más bien un pretexto para andar de cabrones".
El Seco en el estado de Puebla, Calculalpan en Tlaxcala, un restaurante en Rinconada y otro más en la Tinaja, además del muelle norte "La Pinera", en el puerto de Veracruz, son los lugares más conocidos por los traileros para hacerse de tickets falsos "solamente se estaciona el carro a la orilla de la carretera e inmediatamente aparecerá algún lavacoches del restaurante para tomar la orden de los boletos".
El negocio para los traileros ha encontrado dificultades en los últimos años: las empresas, conscientes de la falsificación, adquirieron unas máquinas especiales con luz negra que distinguen el papel original del falso y otras utilizan el sistema de las tarjetas IAVE. En ese caso no han nada que hacer.
Otras empresas equipan las unidades con radar como una manera de controlar la ruta de los choferes y vigilar la mercancía: "al principio esta onda nos jodió el negocio pero ya no hay tos". Barraza se ríe con sus dientes de plata y señala el techo donde instaló una placa de papel aluminio para distorsionar la recepción del satélite. El trailer se queda congelado en el monitor y su trayecto simplemente desaparece, dando libertad para retomar la ruta por la libre, " y de paso visitar a una novia".
Asaltos.-
El trailer de Barraza circula por San Martín Texmelucan y el chofer de 45 años calcula el tiempo en el que supuestamente pasó por cada caseta para cuando llegue a comprar los tickets.
En el camino no hay mucho para hacer los kilómetros y las horas pasan lento y sin un compañero, más lento aún. Adelante Barraza vislumbra la silueta de lo que parece un hombre pidiendo aventón, en efecto un muchacho cargado con mochila le hace la seña.
-Pues súbete compa, yo voy hasta Veracruz y de ahí a Coatza.
Los trámites de presentación suficientes y a retomar la marcha.
"La verdad a mi casi no me gustar dar ride desde la vez que me asaltaron pero pues si me estaba aburriendo acá solo. una ocasión me topé con dos chavos, allá cuando andaba por las carreteras del norte, era una pareja y los subí, ya venía de regreso y madres que la chava me saca una navaja y me piden que les entregue la lana. En eso que me para el federal… esa fue la ventiúnica vez que dio gusto verlo tras mi carro.
"Se veía que los chavos no eran ladrones porque no aguantaron el miedo y hasta se pusieron a llorar, me regresaron mi lana, me dieron el cuchillo y me pidieron que no los echara de cabeza. Yo pues por no ser ojete les di chance y ya luego me contaron que venían deportados y que no traían ni un quinto y ya querían llegar a su tierra en Michoacán, yo con toda la lloriqueda y la tragedia hasta les di 50 varos para que se alivianaran y los bajé en San Luis Potosí."
El muchacho nomás escuchaba y el Barraza platicaba sin prestar atención de su interlocutor.
"Una vez que sí me saqué de onda, fue cuando andaba allá por Querétaro y me detuvieron dos tipos con pistola y me ordenaron salirme de la carretera, para esto ya habían desconectado el radar. Yo venía cargado con refacciones para carros.
"Me quitaron mi credencial de elector y me advirtieron que la bronca no era conmigo, que lo único que requerían era la mercancía y que si me portaba mal iban a irse sobre mi familia. Yo les dije que hicieran lo que quisieran, que yo no les iba a poner el dedo, al cabo las refacciones estaban aseguradas. Me llevaron a una bodega para descargar un día entero y pues la neta eran chidos los tipos me dieron de comer, en la noche me invitaron unas copas y estuvimos cotorreando.
"Ahí salió que eran judiciales y me dijeron que cualquier cosa que se me ofreciera ellos me hacían el paro, porque les había caído bien "al cabo ya vimos que tu no eres chiva (chismoso)".
Cuando Barraza regresó a la empresa el jefe lo mandó a declarar, ahí, reconoció a uno de los asaltantes. Un año después les llamó por teléfono porque un tipo le debía 6 mil pesos.
"¿Quieres que nos lo quebremos o solo te interesa la lana? Me preguntaron. No, sólo la lana". A los dos días ya tenía su dinero de regreso.
Así que ni se te ocurra compa- advirtió el chofer al muchacho
No, no cómo crees – unos kilómetros adelante bajó del trailer.
Diesel de contrabando.-
Antes de llegar a la Joya Barraza se detuvo para llenar el tanque. Los negocios que venden diesel de contrabando abundan en las carreteras libres, el costo es casi a la mitad del distribuido por Pemex.
Los tambos de 200 litros están formados afuera de una vulcanizadora, la presencia de trailers se intensifica en esta zona.
El diesel se obtiene de dos maneras: lo traen del norte donde es más barato por ser frontera y se produce además en un laboratorio en la ciudad de Pachuca, con nafta, un residuo del petróleo importado de Estados Unidos.
El negocio que tiene más de 10 años en el país representa 10 mil millones de pesos anuales en pérdidas para los gasolineros.
Otra de las mañas de los traileros para hacer rendir el combustible es mezclarlo con aceite quemado, pero es de las menos socorridas por los daños que provoca en el motor.
"¿No quiere mujer?".-
Antes de llegar a Veracruz el trailer se detiene en Rinconada. Aquí es donde compra los tickets falsos, pericos y cuando hay tiempo y ganas una mujer.
Barraza estaciona el carro afuera de un restaurante cercano a las vías de tren y adquiere los 7 boletos del DF al puerto y los que le faltan para llegar hasta Coatzacoalcos.
Después de comer decide descansar una hora. El calor es insoportable pero el cuerpo pide un receso.
Unos golpes en la puerta lo despiertan
¿No quiere mujer?
No, por ahora.
Hay veces, platica Barraza, que la oferta no viene de una mujer. Muchachos de 15 años aproximadamente utilizan claves para ofrecerse a los traileros "quiere que le limpie el parabrisas" y nomás es cosa de cerrar el trato.
La dificultad de vivir sobre la carretera y la mala paga que les dan en las empresas exige supervivencia por parte de los traileros. "Antes esto si era negocio, pero ahora uno tiene que buscarle la forma y ni modo, si en este buscar tenemos que chingarnos al patrón, se hace, con tal de no perder nosotros".
lunes, 16 de abril de 2007
VIVIR EN LA CARRETERA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario